Homilía del Papa Francisco en este Adviento:
Dios nos habla como lo hacen un papá y una mamá con su
hijo:
“Cuando un niño tiene una pesadilla, se despierta, llorando ... el papá va y le dice no tengas miedo, no tengas miedo , Yo estoy aquí, aquí. Así habla el Señor. ‘No tengas miedo' . El Señor tiene esta forma de hablar: se acerca ... Cuando miramos a un padre o a una madre que habla con su hijo, vemos que éstos hablan con la voz de un niño y hacen gestos de niños. Alguien que los ve desde el exterior puede pensar, ¡pero estos son ridículos! Pero el amor de la mamá y del papá tiene que acercarse: empequeñecerse precisamente para alcanzar el mundo del niño. Se acercan, se hacen niños. Así también es el Señor”.
“Cuando un niño tiene una pesadilla, se despierta, llorando ... el papá va y le dice no tengas miedo, no tengas miedo , Yo estoy aquí, aquí. Así habla el Señor. ‘No tengas miedo' . El Señor tiene esta forma de hablar: se acerca ... Cuando miramos a un padre o a una madre que habla con su hijo, vemos que éstos hablan con la voz de un niño y hacen gestos de niños. Alguien que los ve desde el exterior puede pensar, ¡pero estos son ridículos! Pero el amor de la mamá y del papá tiene que acercarse: empequeñecerse precisamente para alcanzar el mundo del niño. Se acercan, se hacen niños. Así también es el Señor”.
Dios es como “la brisa suave”: así “el Señor se acerca con aquella
sonoridad del silencio propia del amor. Sin hacer espectáculo”. Y “se hace
pequeño para hacerme fuerte”; Él va hacia a la muerte, con esa condescendencia,
para que yo pueda vivir”:
Nosotros en preparación hacia la Navidad debemos escucharla: nos hará bien tanto bien escucharla, nos hará tanto bien. Normalmente, la Navidad parece una fiesta de mucho barullo: nos hará bien guardar un poco de silencio y escuchar estas palabras de amor, palabras de tanta cercanía y de ternura ...’¡Eres pequeño, pero te amo tanto!’. Por esto, es importante aprender a guardar silencio, en este momento en el que, estamos en espera, vigilantes”.
Nosotros en preparación hacia la Navidad debemos escucharla: nos hará bien tanto bien escucharla, nos hará tanto bien. Normalmente, la Navidad parece una fiesta de mucho barullo: nos hará bien guardar un poco de silencio y escuchar estas palabras de amor, palabras de tanta cercanía y de ternura ...’¡Eres pequeño, pero te amo tanto!’. Por esto, es importante aprender a guardar silencio, en este momento en el que, estamos en espera, vigilantes”.
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